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lunes, 11 de enero de 2016

aloe vera para la cara y el pelo

Las propiedades de la sabila se deben a su rica composición en mucílagos, minerales y vitaminas antioxidantes. Lleva aplicándose en tratamientos de belleza capilar y facial muchos siglos con el fin de perfeccionar la apariencia personal. Si tienes interés en cómo aplicar el aloe adecuadamente en el pelo así como en la cara, aquí vas a conocer todos los detalles. Empecemos por el cabello.
para el cabello
Hay diversos métodos para beneficiarte de todas sus propiedades. Por ejemplo, puedes elaborar tus propias mascarillas capilares caseras (aquí te enseñamos cómo hacer mascarillas en función de tu pelo). Una alternativa es aplicarlo directamente mediante los siguientes pasos:
En primer lugar, antes de aplicar el principio activo de Aloe barbadensis prepara una toalla limpia y un champú para tu tipo de pelo.
  1. Humedece todo el cabello, incluidas las puntas, con agua tibia. Si puede ser mineral natural, evita el grifo que contiene demasiado cloro.
  2. Después, extrae 4-6 gotas gordas de gel de sabila, ponlas sobre tu mano y aplícalas sobre el cuero cabelludo.
  3. Masajea suavemente con movimientos en círculo, extendiendo el gel de aloe hasta las puntas.
  4. Humedece la toalla y envuelve el pelo.
  5. Espera 20-25 minutos a que sus propiedades actúen sobre tus filamentos.
  6. Quítate la toalla y retira el sobrante lavándote bien con champú y aclarando.
  7. Realiza este proceso un par de veces a la semana.

Aloe vera para la cara

Además de todas los beneficios anteriormente mencionados para el cabello, las propiedades del aloe vera se pueden extrapolar también a la piel del rostro. De hecho, hay muchos cosméticos cuyo ingrediente activo fundamental es la sabila. Las vitaminas son ideales para prevenir el envejecimiento prematuro y la formación temprana de arrugas, y los mucílagos sirven para hidratar las pieles más secas. Si te preguntas si es buena para la piel, echemos un vistazo a todas las aplicaciones sobre la cara y el cuerpo.
  • Hidratación muy profunda. Los mucílagos, así como las grasas insaturadas hacen del aloe vera una sustancia intensamente hidratante, que penetra hasta las capas más internas de la dermis.
  • Rejuvenedor facial. La sabila en el rostro retrasa la aparición de las líneas de expresión que conforman las arrugas. Las vitaminas y otros compuestos son los responsables de esta propiedad.
  • Para reducir las cicatrices y las estrías en el cuerpo. Aplicando el gel junto a otros productos como el aceite de rosa mosqueta o el aceite de almendras dulces, puedes disminuir el tamaño de las cicatrices que se han formado por golpes o intervenciones 
  • quirúrgicas. Muchos dermatólogos están a favor del tratamiento natural con sábila como primer remedio.
  • Protege el cuerpo de infecciones puesto que es bactericida y evita el crecimiento de diversos hongos.
  • En el contorno de ojos, reduce las patas de gallo y pequeñas arruguitas que se forman con el avance de la edad y las inclemencias climáticas. Recuerda no aplicarlo directamente sobre el párpado ni en el interior ocular.
  • Puede servir para todo tipo de pieles. Infórmate primero cuando adquieras un producto. Suele estar indicado para pieles sensibles por su efecto calmante y emoliente.
  • Si no sabes cómo usar la sabila, a continuación te mostramos varios consejos.

    ¿Cómo aplicar el aloe vera en el rostro?

    En primer lugar, puedes extraer tú mismo el gel directamente de la planta de sabila, y aplicarlo sobre la zona afectada del cuerpo o la cara. Puede que sientas la piel pegajosa pero es normal por los compuestos que lleva. Otra opción es aplicar un extracto de aloe vera directamente sobre la piel comprando un producto purificado, ya que si lo obtienes 
    directamente de la planta no sabes exactamente qué porcentaje hay de cada compuesto, además de que podría estar contaminado o infectado.
    Finalmente, existe la opción de combinar alguna de las dos anteriores con otra crema o gel para añadirle las propiedades de otros ingredientes como el aceite de argán, el aceite de coco, ácido hialurónico, jojoba y otros tantos. Incluso puedes elaborar tu propia mascarilla .

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